Sin duda la estancia más lujosa del hotel, ideal para quien busca sentir una experiencia exclusiva entre las avenidas del califato Cordobés, resplandece sobre el Patio del Naranjo y la fachada principal íntima y exuberante a un mismo tiempo, jugando con los tránsitos entre su terraza privada y el salón en forma de torreón cerrado, ceñido por ventanas, como un recóndito palomar. Situada en la planta más alta del hotel y marcada por sus espectaculares vistas en las que podrá divisar una panorámica espléndida de nuestra ciudad patrimonio de la humanidad. Anahita es sin duda, nuestra representación de la felicidad: el espacio que uno quisiera habitar por siempre.