Todo excelente, la ubicación, comodidad y el Hotel está bonito y cumple con todo lo necesario para pasar una noche cómoda y de descanso Pero lo verdaderamente notable es la gran capacidad de atención, amabilidad y servicio que tiene todo el Equipo del Hotel. Son unos profesionales hasta el más mínimo detalle y se siente muy auténtico. Felicitaciones
El hotel es bellísimo, con un encanto muy particular que te hace sentir en casa. Sus habitaciones, los restos arqueológicos en las zonas comunes, el maravilloso patio del naranjo o las espectaculares vistas desde la azotea son solo algunas de las cosas que se pueden mencionar, así como su posición estratégica. El trato de su personal, exquisito y atento (especial mención a Rafael y a la guía turística Gloria). Hemos disfrutado muchísimo de nuestra estancia.